Qué son las tierras de diatomeas consumo humano
En esta página, vamos a explicarte la tierra de diatomeas consumo humano, su origen y como se formó. Nuestra tierra de diatomeas apta para consumo humano como complemento alimenticio está formada íntegramente por polvo natural a partir de los restos fosilizados de diatomeas, pequeñas algas unicelulares que vivieron en aguas dulces hace millones de años.
Estas diatomeas son conocidas por sus frústulas o armaduras de sílice. Actualmente en Diatomeas, suministramos estas tierras de diatomeas consumo humano, como complemento alimenticio en España, Portugal, Alemania y Francia.
¿SABÍAS QUE LA TIERRA DE DIATOMEAS APTA PARA CONSUMO HUMANO FUE PRODUCIDA POR EL DESHIELO DE GLACIARES MILENARIOS?.
El origen en el Himalaya
Hace millones de años, las montañas del Himalaya albergaban glaciares gigantescos. Durante los períodos de deshielo, estas masas de hielo se derretían, formando ríos y lagos de agua dulce. En estas aguas vivían las diatomeas, una algas microscópicas que flotaban y prosperaban gracias a la luz solar. A lo largo del tiempo, cuando las diatomeas morían, sus frústulas o armaduras se acumulaban en el fondo de estas masas de agua, creando enormes bancos de restos de diatomeas.
Formación de bancos de diatomeas
A lo largo de millones de años, los restos de diatomeas se fueron acumulando, formando grandes depósitos en el fondo de los lagos y ríos. Estos depósitos crecieron continuamente a medida que más diatomeas vivían, morían y se asentaban en el fondo. Así, se crearon bancos inmensos de tierra de diatomeas, ricos en sílice y otros minerales naturales.
Proceso de evaporación y enterramiento
Proceso de evaporación y enterramiento
Con el paso del tiempo y debido a cambios climáticos, el deshielo de los glaciares disminuyó y las aguas dulces comenzaron a evaporarse. Este proceso dejó al descubierto aquellos enormes bancos de diatomeas acumuladas durante millones de años. Posteriormente, debido a la acción del viento y la erosión, estos bancos quedaron enterrados bajo el desierto, formando depósitos de tierra de diatomeas de gran pureza.
Extracción y uso actual
Extracción de la diatomeas
Hoy en día, las tierras de diatomeas que comercializamos bajo la marca Diatomeas como complemento alimenticio son extraídas a 40 metros de profundidad bajo el desierto. Estos depósitos son algunas de las tierras de diatomeas de mayor pureza y calidad disponibles en el mercado. Gracias a su origen natural y su proceso de formación, estas tierras son aptas para el consumo humano.
Minería bajo el desierto
En el proceso de extracción, tras la excavación encontramos las diatomeas en forma de pequeñas rocas y polvo, reliquia de aquellas frústulas formadas hace millones de años. Solo el material más puro, identificado tras un análisis riguroso conforme a la legislación vigente, es seleccionado y enviado a nuestra planta de ultramicronización. Este proceso garantiza que solo la tierra de diatomeas de la más alta calidad llegue a nuestros consumidores.
Proceso de ultramicronización
Una vez que las diatomeas entran en la planta, nuestros molinos especiales trituran estas piedras blandas para convertirlas en un polvo fino que puede diluirse en agua con gran facilidad, manteniendo toda su esencia, calidad e historia del producto. Cada vez que ingerimos tierra de diatomeas, estamos bebiendo un fragmento de nuestra historia planetaria con millones de años de antigüedad. Es simplemente increíble cómo la naturaleza nos ayuda y nos entrega este producto tan sorprendente.
Calidad y pureza
Las tierras de diatomeas de agua dulce que extraemos del Himalaya son conocidas por su excepcional calidad y pureza. Estas características las hacen ideales para su uso como complemento alimenticio para acompañar nuestra dieta diaria. Además, Diatomeas es la primera y única marca legalmente establecidas para su venta en España, Portugal, Alemania y Francia.
Sostenibilidad y naturalidad
El uso de tierras de diatomeas como complemento alimenticio representa una opción sostenible y natural. Al ser un producto completamente natural, no contiene aditivos químicos y es seguro para el consumo humano. Además, su extracción y procesamiento respetan el medio ambiente, asegurando que este recurso se pueda utilizar de manera responsable y sostenible.
